En apoyo del Colegio Cristo de la Yedra
En apoyo del Colegio Cristo de la YedraJuan de Dios Peinado./Granada.
http://www.ideal.es/granada/pg060523/prensa/noticias/Cartas_Granada/200605/23/COS-OPI-135.html
Sr. Director de IDEAL: Quien voluntariamente escoge lo más difícil merece en su cometido todo el apoyo del mundo. Tal es el caso del Colegio Cristo de la Yedra, en donde se han educado mis tres hijos, uno de ellos con minusvalía. Cuando al subir por la Avda. de Murcia he visto el gran letrero en su fachada, que reclama ayuda de la Administración para realizar su proyecto educativo, he pensado que todos los que somos o hemos sido testigos de su bien hacer, debemos manifestar nuestra solidaridad con su justa demanda de que le sea concertada la tercera línea de Infantil. Al inicio de este curso, veinticinco familias aguardaron en vano hasta final de Septiembre esperando la concertación y obtener plaza para sus hijos, lo que no fue posible.
La educación de alumnos con necesidades especiales, a la que hoy nadie duda tienen derecho, ha sido necesario implantarla por ley, porque cuando a la normal dificultad que comporta educar se le añaden otras especiales, la tarea puede resultar tan ardua que muchos centros y profesionales (es humano evitar complicaciones) preferían eludir la integración. El Colegio Cristo de la Yedra fue voluntariamente pionero, con algún otro centro concertado, en hacer del suyo un colegio de integración, o, como ellos decían, «una escuela para la diversidad». Allí acudimos muchos padres ilusionados por poder escolarizar a nuestros niños con alguna dificultad en un ambiente de normalización, y verdaderamente encontramos acogida, esmero en el trabajo y, lo más importante, la real integración con sus compañeros en el aula y en todas las actividades extraescolares, como teatro, campamentos, convivencias, feria de fin de curso, etc., etc.
A nadie que esté relacionado con la enseñanza, mal llamada privada (enseñar siempre es un servicio a la sociedad, por tanto un servicio público), se le ocultan las actuales dificultades, unas justificadas y otras no tanto. Pero por encima de todo debería primar el derecho reconocido a la libertad de enseñanza, que comporta la libre elección del centro que deseamos para nuestros hijos, y a una enseñanza de calidad, para la que está, sin duda, en mejores condiciones quien realiza esa difícil tarea por opción, que por imposición. Ningún padre desea ver a su hijo 'aparcado' en un centro educativo, sino 'integrado'. El Cristo de la Yedra lleva veinte años haciendo realidad este 'sueño'. Más de setenta alumnos de integración hay en la actualidad escolarizados en él, cifra difícilmente superada en ningún otro centro de Andalucía. Ante esta realidad tan positiva, pienso que los ciudadanos podemos exigir a la Administración que facilite y apoye el trabajo de quienes quieren y saben hacerlo (como tan bien tienen demostrado), por encima de cualesquiera otras consideraciones, y en vez de trabas, les ofrezca facilidades.
Con cariño y agradecimiento al Colegio Cristo de la Yedra, le saluda atte.
http://www.ideal.es/granada/pg060523/prensa/noticias/Cartas_Granada/200605/23/COS-OPI-135.html
Sr. Director de IDEAL: Quien voluntariamente escoge lo más difícil merece en su cometido todo el apoyo del mundo. Tal es el caso del Colegio Cristo de la Yedra, en donde se han educado mis tres hijos, uno de ellos con minusvalía. Cuando al subir por la Avda. de Murcia he visto el gran letrero en su fachada, que reclama ayuda de la Administración para realizar su proyecto educativo, he pensado que todos los que somos o hemos sido testigos de su bien hacer, debemos manifestar nuestra solidaridad con su justa demanda de que le sea concertada la tercera línea de Infantil. Al inicio de este curso, veinticinco familias aguardaron en vano hasta final de Septiembre esperando la concertación y obtener plaza para sus hijos, lo que no fue posible.
La educación de alumnos con necesidades especiales, a la que hoy nadie duda tienen derecho, ha sido necesario implantarla por ley, porque cuando a la normal dificultad que comporta educar se le añaden otras especiales, la tarea puede resultar tan ardua que muchos centros y profesionales (es humano evitar complicaciones) preferían eludir la integración. El Colegio Cristo de la Yedra fue voluntariamente pionero, con algún otro centro concertado, en hacer del suyo un colegio de integración, o, como ellos decían, «una escuela para la diversidad». Allí acudimos muchos padres ilusionados por poder escolarizar a nuestros niños con alguna dificultad en un ambiente de normalización, y verdaderamente encontramos acogida, esmero en el trabajo y, lo más importante, la real integración con sus compañeros en el aula y en todas las actividades extraescolares, como teatro, campamentos, convivencias, feria de fin de curso, etc., etc.
A nadie que esté relacionado con la enseñanza, mal llamada privada (enseñar siempre es un servicio a la sociedad, por tanto un servicio público), se le ocultan las actuales dificultades, unas justificadas y otras no tanto. Pero por encima de todo debería primar el derecho reconocido a la libertad de enseñanza, que comporta la libre elección del centro que deseamos para nuestros hijos, y a una enseñanza de calidad, para la que está, sin duda, en mejores condiciones quien realiza esa difícil tarea por opción, que por imposición. Ningún padre desea ver a su hijo 'aparcado' en un centro educativo, sino 'integrado'. El Cristo de la Yedra lleva veinte años haciendo realidad este 'sueño'. Más de setenta alumnos de integración hay en la actualidad escolarizados en él, cifra difícilmente superada en ningún otro centro de Andalucía. Ante esta realidad tan positiva, pienso que los ciudadanos podemos exigir a la Administración que facilite y apoye el trabajo de quienes quieren y saben hacerlo (como tan bien tienen demostrado), por encima de cualesquiera otras consideraciones, y en vez de trabas, les ofrezca facilidades.
Con cariño y agradecimiento al Colegio Cristo de la Yedra, le saluda atte.
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